La polilla de la ropa o tinea pellionella es uno de los pocos insectos que sobrevive durante el invierno gracias a la calefacción de las viviendas. Son insectos tan pequeños que prácticamente no se ven y habitan sobre todo en las viviendas y almacenes, así como excepcionalmente en nidos de pájaros.
Nuestros expertos en control de plagas te explican a continuación la descripción y comportamiento de este insecto, sus etapas de desarrollo, por qué se considera una plaga, qué daños ocasiona y las soluciones para el control y prevención de la aparición de esta plaga.
Descripción y comportamiento
La familia Tineidae comprende la polilla de la ropa o tinea pellionella y está constituida por un gran número de especies repartidas por todo el mundo. Normalmente se utiliza la palabra polilla para referirse al extenso grupo de los lepidópteros, pero algunos son mariposas que se diferencian de las polillas por ser diurnas. El caso es que aquí nos referimos a la polilla de la ropa, sobre todo la que se alimenta de las pieles y ropa de lana almacenada.
La polilla de la ropa mide cerca unos 8 milímetros de longitud y sus alas están dobladas hacia atrás sobre sus cuerpos. Las alas son de color oro con una franja de vellos largos en los márgenes, mientras que su cabeza tiene mechones de vello rojizo.
Sus cuerpos son de color crema, algunas veces blancos, con la cabeza de color marrón. Las larvas no tienen ojos y es muy común encontrarlas alimentándose debajo de cuellos, puños y otras partes ocultas de la ropa.
Etapas del desarrollo
La polilla se reproduce durante todo el año. Tan pronto como son adultas se empiezan a reproducir. Normalmente, la madre polilla escoge una prenda y deposita en ella sus huevos. El lugar donde depositan sus huevos es clave, ya que las larvas deben alimentarse del material donde han sido depositadas. La hembra morirá al cabo de unos días, porqué ha consumido mucha energía en la puesta y no puede alimentarse, ya que los adultos no tienen aparato bucal.
Sus etapas de desarrollo varían según la época del año:
- En verano pueden durar entre 4 y 10 días.
- En invierno, alrededor de los 15 días.
- El período larvario es muy variable, desde un mes a más de dos años.
- Las larvas comen todo lo que encuentran a su alrededor hasta que cambian de fase.
- Una vez convertida en una oruga, se aleja de la zona de alimentación y se esconde para encapullarse, pasando a la etapa pupal de su desarrollo.
- Finalmente experimentará su última metamorfosis, convirtiéndose en polilla adulta.
¿Por qué se considera una plaga?
Actualmente, se les considera a la polilla de la ropa como la plaga de insectos con mayor impacto económico mundial, junto a la polilla de comida, ya que sus larvas se alimentan de todo tipo de tejidos como lana, pieles, cueros, seda, plumas, dejando agujeros o desmenuzando la estructura de las telas por completo.
Habitan y se instalan en las viviendas, su lugar preferido y pueden convertirse en plagas durante todo el año. Como prefieren la oscuridad se suelen esconder entre la ropa, por lo que a menudo las personas no se dan cuenta de su presencia hasta que han infestado en una gran cantidad de tejidos.
¿Qué daños ocasiona?
Una pareja de polillas que se acomode en un armario basta para tener una plaga asegurada. Las larvas son las culpables de los daños, ya que son queratófagos, es decir, pueden aprovechar la energía contenida en la queratina que encuentran en pieles, plumas y otros tejidos muertos, incluso en fibras sintéticas si tienen manchas de sudor y grasa. Así que nada está a salvo, todo el vestuario peligra, incluso cortinas, mantas, toallas y trapos.
Las larvas suelen vivir unos 35 días, durante los cuales llegan a causar grandes destrozos en la ropa y las mantas.
Soluciones para el control y prevención de la plaga
Lo mejor para controlar las infestaciones y los posibles daños en la ropa, mantas, toallas, etc. es una buena prevención:
- Mantén los armarios limpios y lava la ropa, mantas y telas con frecuencia.
- Cuando guardes tejidos o ropa, siempre debes hacerlo cuando estén perfectamente limpios en bolsas herméticas. Los abrigos y mantas grandes se deben sacar frecuentemente al sol y someterse a un cepillado en profundidad. A las larvas no les gusta la luz brillante y se podrán eliminar con el cepillo.
- Una vez infestado un tejido, lo mejor es meter todo el material afectado en una bolsa de plástico y tirarlo. Las telas que aún no estén afectadas puedes lavarlas a temperatura alta o meterlas durante varios días al congelador.
El producto más utilizado para prevenir la infestación son las bolsitas de naftalina, que tienen el inconveniente de que pueden manchar las telas y se tienen que meter en un recipiente hermético, para que los vapores no se escapen.
Otra opción más limpia son los colgadores de armario, que utilizan el mismo principio activo pero, al no estar en contacto directo con la ropa, no dejan manchas. También existen los antipolillas en aerosol, que se pueden usar tanto de manera preventiva sobre ropa y tejidos o para eliminar larvas y polillas adultas una vez infestado el armario.
Una vez generalizada una plaga, la opción más eficaz para eliminar la polilla de la ropa es contratar el servicio de fumigación y control de plagas más adecuado para tus necesidades con la ayuda de profesionales del sector.