El control de plagas ha supuesto un debate mundial durante años, ¿qué usar? ¿cómo combatirlo de forma sostenible? Estas han sido preguntas sin respuesta durante mucho tiempo, pero ahora, tras muchos estudios y comprobaciones científicas, se ha llegado a la conclusión de que las feromonas son la alternativa perfecta.
De hecho el uso de las feromonas como alternativa a los químicos para combatir plagas en los cultivos se ha convertido en la clave para conseguir las metas de sostenibilidad planteadas en la agenda social en materia agrícola. A continuación te descubrimos todo lo que tienes que saber.
¿Qué son las feromonas?
Según la RAE las feromonas son una «sustancia química cuya liberación al medio por un organismo influye en el desarrollo o en el comportamiento de otros miembros de la misma especie.” De este modo, podemos afirmar que las feromonas son mensajes odoríferos que atraen a los insectos y que permiten controlar a las plagas de una manera sostenible, segura y de bajo riesgo tóxico.
Las señales químicas son el principal medio de comunicación de los insectos; de hecho, les permite sobrevivir y amoldarse al entorno. Existen una gran cantidad de compuestos químicos, algunos específicos para cada especie y es justo a eso a lo que llamamos feromona, nuestro aliado para el control de plagas.
Tipos de feromonas
Al igual que existen diversos tipos de plagas, también existen muchos tipos de feromonas y aquí te lo vamos a enseñar.
- Feromonas sexuales: las segregan, principalmente, las hembras para aparearse. Son un tipo de feromonas específicas y volátiles, por lo que llegan a un gran número de insectos por su gran alcance. Este tipo de feromonas producen la llamada confusión sexual, por lo que muchos agricultores liberan esa feromona sintetizada para alterar la comunicación entre los insectos, logrando que el apareamiento no sea efectivo, reduciendo así la descendencia. Esta técnica es especialmente útil con algunos tipos de polillas, que son una de las plagas más comunes en árboles frutales y en hortalizas.
- Feromonas de agregación: a diferencia de las anteriores, este tipo de feromonas actúan tanto en hembras como en machos y consiguen agrupar a los insectos, lo que facilita la captura y erradicación de los mismos.
- Feromonas de trayecto: son las más utilizadas para las plagas terrestres, pues consiguen dejar un rastro que seguirán todos los insectos, llevando a un lugar en concreto a la plaga.
- Feromonas de oviposición: las segregan las hembras de una especie en concreto y se utilizan para marcar un territorio; por lo tanto, los agricultores las colocan en las zonas de peligro para evitar que otras hembras se asienten y generen una plaga.
- Feromonas de coordinación: consiguen desviar la comunicación, logrando que los insectos no se alarmen sobre los peligros y trampas que hay en el entorno. De esta forma se consigue que un mayor número de insectos caigan en las trampas colocadas.
Además, se debe de tener en cuenta que la ubicación de las trampas es uno de los puntos más importantes para hacerlas efectivas. Generalmente, deben colocarse en zonas altas de las plantaciones, pero también variará dependiendo de si los cultivos están aislados o si tienen otras zonas de cosecha alrededor.
Por otro lado, hay que medir muy bien el número de trampas que se colocan. Para este punto hay que tener claro cuál es el fin del uso de las feromonas para el control de plagas: detección, seguimiento o captura. Por regla general, deberían ser suficientes 1 o 2 trampas por cada hectárea de plantación.
Sistemas de control de plagas con feromonas
Hay muchos enfoques sobre el uso de feromonas para el control de plagas, pero a continuación vamos a indicar algunos de los sistemas más utilizados.
- Sistema de atracción y muerte: el insecto es atraído por una feromona, generalmente sexual, con el fin de capturarlo. Después de dicha captura puede morir por ahogamiento, asfixia o por imposibilidad de movimiento.
- Sistema de atracción e infección: similar al anterior, consiste en atraer a la presa a una zona en concreto donde será infectado para después liberarlo y que pueda contagiar a los insectos de su especie.
- Sistema de esterilización: consiste en inocular un agente esterilizante al insecto, consiguiendo que cese la reproducción y evitando así las plagas.
Hasta ahora hemos estado hablando de plagas que afectan, sobre todo, al mundo agrícola; sin embargo, también existen plagas en otros ámbitos y entornos. De hecho, para esto existe el MIPU ( Manejo Integrado de Plagas Urbanas) que tiene por cometido asegurar la estabilidad y el bienestar de las zonas de tránsito diario de cientos de personas.
Ventajas para la agricultura del uso de feromonas en el control de plagas
Este tipo de técnicas se están extendiendo cada día más ya que, como hemos indicado anteriormente, consiguen erradicar las plagas sin dañar al medio ambiente ni a las personas que tratan de controlar los efectos en cultivos.
Algunas de las ventajas son las siguientes:
- Son inocuas para los humanos, los animales y las especies beneficiosas para la vida y el desarrollo del biosistema.
- Acaban con el apareamiento, logrando reducir el número de insectos y evitando la sobrepoblación.
- Permiten la producción en cualquier entorno.
- Reducen el riesgo para los cultivos.
- Disminuye el uso de insecticidas tradicionales.
- No genera resistencia.
Si tuviéramos que indicar alguna desventaja, solo podríamos hablar del coste que, por sus grandes beneficios, suele ser más elevado. Sin embargo, cada día más profesionales del sector se están atreviendo a probarlo, quedando sorprendidos de los resultados.